Tres cosas, tres días, tres vidas y tres comidas

Mi turno llegó. Mi brother me ha brindado las llaves de su blog para que hoy les dedique a todos ustedes unas líneas…

Primero, me gustaría dedicárselas a él… porque el destino me hizo un regalo el día que lo cruzó en mi camino, porque desde entonces ha sido más que un amigo, ha sido mi hermano pequeño, porque es capaz de sacarte siempre una sonrisa, porque no deja una batalla perdida a la vida, porque me encanta que pasemos horas sentados en el suelo rodeados de cientos de cds, porque adoro que nos inventemos historias sin sentido… porque es asquerosamente perfecto!

Ahora, es cuando comparto una de esas historias con ustedes…. Te acuerdas?

Tres veces sonó el teléfono a las 3:33, del día tres, del tercer mes, del año 2003. Fue descolgado por una señora con tres rulos en la cabeza que escucha el 103 Fm. Mientras sus trillizos lloraban amargamente a las espera de sus tres biberones, que eran calentados a 33 grados en tres cacerolas, compradas en la tercera tienda de la esquina donde también se escuchaba el 103.
Mientras tres personas esperaban a ser atendidas, se escuchó el número del cupón ganador en el programa Magazine 3. Era el 33.333 de la serie tres fracción tercera, complementario el 3.
A los tres segundos tres gritos de alegría se escucharon en la tercera calle. Eran tres abueletes que vieron cumplidos sus 3 deseos en 3 tiempos.
Tres sorpresas, tres alegrías y tres infartos. Tres ambulancias llegaron tres horas después cuando volvió a sonar el teléfono por tercera vez en la casa de la señora con tres rulos en la cabeza, cuyos trillizos soltaban tres lágrimas a la espera de ser cambiado sus tres pañales que fueron comprados en el super de la tercera boca calle, a 33 céntimos cada uno.
Al tiempo que tres cajeras eran asaltadas por tres terroristas del tercer mundo, quienes querían dinero para traerse a sus tres familias, en tres pateras con tres motores fuera borda que se estropearon a las tres millas de viaje, junto a la tercera isla de las tres palmeras con tres cocos, tres hojas y tres monos, donde no se escuchaban los gritos de los tres trillizos de la señora de los tres rulos en la cabeza, que descolgaba el teléfono tras escuchar la tercera llamada y que al igual que las tres veces anteriores solo se escuchó el 103 Fm.

Enhorabuena por el trabajo, nano! Te lo mereces mucho… lo celebramos el viernes en Granada, no?

Se te quiere de gratis!!!

W@l!ta :)