jueves, 6 de diciembre de 2007

Un Día para Recordar


Lugar X. Día D. Hora H.

Empieza la locura.

Salí de casa con una idea muy clara, dejar mi corazón y mi capacidad de pensar encerrados en el armario de casa. Decidí que las emociones de los demás llenasen ese hueco.

¿Por qué no lo hice antes? Aunque reconozco que soy de los que piensan que todo sucede por alguna razón.

Ver la felicidad en los rostros de todos y cada uno de ellos, personas que he visto un par de veces en mi vida, personas a las que quiero pero no puedo tener cerca, personas con las que me cruzo cada día, personas que por el simple hecho de existir dan sentido a mi vida…

Habría detenido el tiempo. Habría congelado esas horas para siempre.

Pero todo esto no es ni la micronésima parte de todo lo bueno que sentí. Conseguí mezclar el agua y el aceite. A mis dos mejores amigos de mis dos mundos tan diferentes. Los adoro. Beth, Andrew… os adoro! Ella es encantadora y él… simplemente es el mejor.

No recuerdo cuando fue la última vez que lo pase tan bien. Desde las 3 a.m. hasta las 7 a.m. jugamos, cantamos, nos reímos, hicimos el mono y yo que se que más! Por cierto chicos… se aceptan donativos para una base con refrigeración para la Wii porque la pobre arde!

Lo mejor de todo… es que por unas horas olvidé la soledad que últimamente habitaba mis sueños

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