domingo, 9 de diciembre de 2007

No lo entiendo


Este fin de semana he llegado a una conclusión ¿Correcta? Pues no tengo ni idea. La cuestión es que he llegado a una conclusión. Mi conclusión.

¡No encajo!

Y mira que lo he intentado. Pero nada.

He intentado hacerles un hueco en mi vida y compartir con ellos mis momentos de ocio. Pero, ¡no encajo!

Me pierdo en sus conversaciones, no entiendo sus sentidos de humor y es más, creo que me aburren.

Os pongo en situación:

Hoy. Saturday Night (Didirarará)

Bar de pueblo repleto y con música horrible.

La gente vestida entre mega pijo y niñas de barrio somos.

En medio de todo eso, yo. Con esa reunión digna de un capítulo de Friends (Friki Version)

La música a todo trapo y esta pandilla prefabricada sentada en corro en los taburetes altos de bar.

Yo de pié hablando con mi amiga Alba (mi salvadora de la noche) ¿Qué hubiera sido de mi noche sin su conversación? ¿Mi pasaje a un suicidio nocturno?

Salgo para tomar algo tranquilamente con ella y acabamos formando parte de esa panda sin quererlo. Claro... no te podías ir o quedarías mal.

Una de "las sentadas" la que según Alba tiene cara de elfo (y eso que no la ha visto bailar, sino lo afirmaría…) en un alarde de originalidad por su parte me dice:

-¡Eh! Estás muy apagado ¡Anímate!- Eso, cuando era yo el único que hablaba... con Alba, pero que hablaba. Así que tan sólo acerté a responderle:
-Viendo tu actividad, define diversión-

Y ni corta ni perezosa se acercó a mí e intentó meterme la lengua hasta la campanilla.

Agggg! Odio a este tipo de chicas!

Minutos más tarde hubo un segundo asalto. Una chica, a la cual no he visto en mi vida, se puso a mi lado aprovechando que Alba estaba fuera hablando con su móvil. Con una decisión que me dejó boquiabierto, cogió mi móvil se dio un toque al suyo y después me dijo:


- Me encantaría conocerte. Si en una semana no he conseguido despertar ningún interés en ti, prometo borrar tu número. Mañana te llamo y me das la primera oportunidad??

Sé lo que están pensando. Yo aun no me lo creo. No sé que haré si me llama, ni siquiera sé cómo se llama pero una cosa está clara, ha conseguido llamar mi atención.

Aguantamos allí la friolera de tres eternas horas. Y eso, gracias a que alguien propuso cambiar de bar por algo más tranquilo. Y me pregunto yo: ¿Tanta actividad psicomotriz les estaba perturbando?

Alba y yo decidimos aprovechar y escapar. La acompañé hasta su hotel y yo me vine a casa a contarles mi noche antes de irme a dormir. No deberia haber salido porque me encuentro bastante regular, hasta creo que tengo fiebre pero echaba de menos conversar, sobre todo con ella.

No sé si con el tiempo les volveré a dar una oportunidad.

Quizás tuvieran un mal día (todos), o hubieran discutido (todos con todos) y yo... que me pierdo en sus conversaciones, pues normal ¡no me habría enterado!

Llevo en este pueblo desde que nací... y ahora, 25 añazos después, tras odiosos momentos de soledad, todos quieren ser mis muy mejores amigos y yo... gracias a Dios ¡No los entiendo!

No hay comentarios: