martes, 4 de diciembre de 2007

No TiTLe


Hoy he ido a cumplir con mi secretea cita semanal. Llevo acudiendo a ella algo así como poco más de dos meses.

Hoy ha dejado de ser secreta, por lo menos para ustedes y me alegro de que sea así. Ya no podía seguir llevando esto solo.

Les descubro un poquito más, verán… mi patata pasa por un momento de crisis, tanto física como sentimentalmente. Supongo que todos los sentimientos han acabado liándose a patadas con ella, y claro, la pobre se resiente.

En las citas de las últimas tres semanas, incluida la de hoy, he intentado afrontarlas con una sonrisa, como si no pasara nada… Ya, lo sé, no me lo creo ni yo. Aun así, intente que el sr. Michel no lo notase pero… el algodón no engaña y los aparatitos esos que me pone, tampoco.

Después de mandarme las correspondientes pastillas, me ha aconsejado que debería estar en un estado de absoluta concentración… básicamente tengo que tener eso que Ross Geller llama “unagi” porque si no, voy a estar bastante jodido.

¿Sabéis? Es difícil poner una coraza al corazón, sobre todo hoy. Ella está malita. No se encuentra nada bien y a mi se me parte el alma. Ojala me doliese a mí y no a ella, así ella podría seguir adelante con su vida como si nada…


En fin, necesito un cambio de vida, necesito formatear mi cabeza y empezar de nuevo… cualquier sugerencia será bienvenida.

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